Haberse convertido en abuelo por primera vez agarró al comunicador y publicista Iván Ruiz trabajando, pero fuera de la República Dominicana,
Transmitiendo en vivo paso a paso la apretada agenta del presidente de la República, Luis Abinader.
En el marco de la 76a Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. AL FINAL VIDEOS Y FOTOS.
Pues estar ocupado por la Gran Manzana no permitió que un evento como este, ser abuelo primerizo pasara por alto para el cerebro de la denominado “Telerealidad”.
Ivan esta muy feliz.
Por lo que compartió un breve, pero hermoso mensaje en sus redes sociales para darle la bienvenida a su nieta Oliva.
“El Milagro de la vida! Al fin llego a este mundo, cargada de bendiciones mi primogénita Nieta, hija de mi primogénita hija @melanieruizz…
Estoy muy emocionado y con inmensas ganas de verla, tocarla, cargarla. Dios la bendiga”, dijo Ruiz, quien regresó a la soltería.
“Gracias hija por comprender mi trabajo. No estuve ahora por mi responsabilidad, pero el viernes estaré allí con Uds., abrazados del alma!!! ##Dios bendiga mi nieta Olivia”, concluyó.
Este fueron las palabras de Ivan Ruiz al estar emocionado luego de haber sido abuelo por primera vez en su vida.
Esto es algo que no se ve todos los días y por eso es que Ivan esta muy feliz y agradecido con Dios y la vida.
Un carrusel de emociones atrapa diariamente la vida del creativo y comunicador Iván Ruiz, un hombre t1mid0 al que persigue la fama de ser pedante.
Pero que al escucharlo hablar cualquiera se da cuenta que lo derrumban la miseria, las injusticias y la gente falsa.
Es padre de tres hijas a las que ama con l0cur4 y por quienes cambió su forma de vida para convertirse en un mejor ser humano.
Nació en Bonao en el año 1966 y tuvo una pequeñez extraordinaria en la bahía de Samaná.
Fue un niño al que su abuela cri0 en sus primeros años con todos los cuidados y las ñoñerías posibles.
Su historia de vida es espectacular, de donde se pudiera inspirar cualquiera para hacer una película sobre el verdadero amor.
Su abuela, Lucia Cacaveli Clarck, una inmigrante inglesa, lo quitó de los brazos de su madre a pocos días de nacido.
Y lo llevó con ella a crecer frente al mar y en un ambiente que de solo recordarlo en su rostro se ve asomo de una tranquilidad que espanta.
Habló solo inglés hasta los siete años, desayunaba todos los días en una terraza mirando las azules aguas de un mar siempre quieto.
Y se colaba sigilosamente a media mañana a ver su madrina (dueña de un hotel), para con ella ir buscando algunas palabras en español.
Fue feliz hasta el día que vio como unos tractores derrumbaban la casa milenaria de su abuela materna, en donde vio sus primeros años.
“Un día vimos mi abuela y yo como unos tractores se llevaban los últimos escombros de nuestra casa, mi abuela miró al vacío y colapsó.
dando paso a que ese desmayo de ella empezara a transformar mi niñez, y fue entonces cuando una tía me monta en su carro y me trae donde mis padres que vivían en San Carlos.
Y empieza para la otra historia de mi vida”, dice Iván Ruiz con un dejo de nostalgia en su mirada.
Se declara un ser humano con defectos y virtudes y pide no ponerlo de ejemplo, porque todavía tiene muchas cosas por mejorar.
Aunque sí queda claro que es un hombre de familia, caballero y amigo de verdad.
Estudió en varios colegios importantes, pero un día sus padres se dieron cuenta que no era el mejor de los estudiantes.
Y ya a los 13 años estudiaba arte dramático y producción de televisión. VIDEOS Y FOTOS.