Lo que dijo Ivan Ruiz del Presentador Julio Clemente.

El comunicador Iván Ruiz pidió a la justicia tener mucho “cuidado” en el proceso que se le sigue a su compañero de trabajo.

El presentador de televisión Julio Clemente, quien se encuentra apresado desde el pasado miércoles.

Tras ser señalado por su expareja Gleny Duval de V. de género; tema que está muy controversial en la República Dominicana.

Ruiz se pronunció sobre el tema vía sus redes sociales, al tiempo, que explicó en el proceso contra Clemente hay cosas muy “raras”.

Ivan Ruiz no se siente muy bien con esto.

“Pude hablar con Julio Clemente quien me juró, y perjuró con lágrimas en los ojos que él no hizo un capture;

Y a mí me mostraron un supuesto señalamiento que todavía está por comprobar…

Lo raro de todo esto es que Julio ha puesto más de 12 o 14 demandas e incluso hay una O. de alejamiento de su expareja con él”, dijo Ruiz.

El comentario de Iván, además, dice que: “Hoy planteo mi percepción sobre este hecho de un compañero que conocemos.

Que no tiene un historial feo y los 6 años que lo vengo tratando nunca he visto nada descompuesto.

Y no por eso nos desbordamos a su favor, sino a favor de un proceso justo, donde no haya nada personal que lo interrumpa», dijo Iván.

Todo irán a defender a Clemente.

La mañana de este viernes todos los compañeros de Clemente del “Show del Mediodía”.

Dirán presentes en apoyo a Julio en las afueras del Palacio de Justicia de ciudad Nueva.

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Un hombre bajo perfil al que persigue la fama de ser altanero, pero que al escucharlo hablar.

Cualquiera se da cuenta que lo lanza la miseria, las i-n-j-u-s-t-i-c-i-a-s y la gente f-a-l-s-a.

Es padre de tres hijas a las que quiere con fuerza y por quienes cambió su forma de vida para convertirse en un mejor ser humano.

Vino al mundo en Bonao en el año 1966 y tuvo una pequeñez extraordinaria en la bahía de Samaná.

Fue un niño al que su abuela crió en sus primeros años con todos los cuidados y las ñoñerías posibles.

Su historia de vida es espectacular, de donde se pudiera inspirar cualquiera para hacer una película sobre el verdadero amor.

Su abuela, Lucía Cacaveli Clarck, una inmigrante inglesa, lo quitó de los brazos de su madre a pocos días de venir al mundo.

Y lo llevó con ella a crecer frente al mar y en un ambiente que de solo recordarlo en su rostro se ve asomo de una tranquilidad que e-s-p-a-n-t-a.

Habló solo inglés hasta los siete años, desayunaba todos los días en una terraza mirando las azules aguas de un mar siempre quieto.

Y se colaba calladito a media mañana a ver su madrina (dueña de un hotel), para con ella ir buscando algunas palabras en español.

Fue feliz hasta el día que vio como unos tractores lanzaron al piso la casa milenaria de su abuela, en donde vio sus primeros años.

“Un día vimos mi abuela y yo como unos tractores se llevaban los últimos pedazos de nuestra casa.

Mi abuela miró al vacío y cayó, dando paso a que ese desmayo de ella empezara a transformar mi vida.

Y fue entonces cuando una tía me sube en su carro y me trae donde mis padres que vivían en San Carlos.

Y empieza para la otra historia de mi vida”, dice Iván Ruiz con un dejo de tristeza en su mirada.

Con defectos y virtudes. Se declara un ser humano con defectos y virtudes y pide no ponerlo de ejemplo.

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